“América del Sur ha sido bendecida con la presencia
de Grandes Seres”
En uno de los varios contactos de Enrique Castillo Rincón con seres de las Pléyades el 25 de diciembre de 1974, en las montañas de los Andes Peruanos, conoce a un ser Gran Ser a quien Enrique llamó “MAESTRO SABIDURÍA”. Así describe el contactado Enrique Castillo Rincón ese momento.
¡Mi
asombro no tuvo límites! Para mis compañeros igual. Aquel ser era la misma
figura de Jesús, El Maestro. Pensé
inmediatamente, que por eso nos habían traído Los Pleyadinos. Jesús está aquí
en cumplimiento de su profecía. Nos miramos sin articular palabra. Fueron unos
segundos de gran suspenso.
La figura era igual a la que existe en todas las
casas de los cristianos del mundo. La barba el pelo y su edad. Le calculé 37
años. Vestía una bata color café claro, ceñida a la cintura con una faja de
tela. El tejido daba la impresión de estar elaborado con cabuya, manga tres cuartos y abierta en el cuello donde podíamos ver los vellos del pecho; sus
brazos y sus manos indicaban poca exposición al sol. Sus pies calzados con
sandalias casi enterizas; la bata llegaba a las rodillas.
Se
inclinó a manera de saludo, pasando su brazo derecho al hombro izquierdo y la
mano izquierda debajo de la axila derecha, y luego el mismo movimiento a la
inversa. Irradiaba una mirada que abarcó a todos los presentes dijo:
“Yo no Soy el que
vosotros creéis que soy.
Mi nombre es mil
hombres, dadme cualquiera de ellos y eso soy.
Yo Soy anciano
ante vosotros, pero no por edad sino por conocimiento, y humildemente quiebro
mi cabeza ante vosotros.
Mi nombre es edad,
pues yo soy las edades y el tiempo.
Yo Soy sabiduría y
mi nombre es sabiduría: Yo manejo el 35 por ciento de la sabiduría universal, y
humildemente me inclino ante vosotros (repetía de nuevo el saludo).
Yo soy el
conocimiento y os traigo conocimiento.
Yo Soy la brisa,
Yo soy el viento, la nube y la lluvia. La tierna brizna de la mañana, Yo soy la
tierra, el surco y la semilla, el río y soy el mar.
Yo Soy la mano
encallecida del buen hombre de la tierra, Soy el árbol la flor y la montaña,
Soy el valle, el amanecer y la noche.
Yo Soy anciano
ante vosotros y humildemente quiebro mi cabeza. Desenfundo mi espada para
desgajar de sus pedestales a los hipócritas y vocingleros.
Yo soy el ave y soy la flor. Yo Soy el pelo
blanco del anciano. Y Soy la risa de los niños, el arrullo de la madre y el
despertar de la consciencia. ¡Yo Soy la conciencia!
¡Mi nombre es Ley
porque Yo Soy la Ley!
Mi nombre es vida
porque Yo Soy la vida.
Soy la palabra y
Soy la Sabiduría. Mi nombre es Sabiduría.
Yo Soy anciano
ante vosotros, pero no por edad sino por conocimiento, y humildemente quiebro
mi cabeza ante vosotros.
Yo Soy el huracán
y el movimiento.
Soy la fuerza el
susurro y la voz. ¡Mi voz tiene vida!
Yo Soy la novia
que pura llega a desposarse.
Yo Soy la paz de
los hombres; mi nombre es paz y paz Yo doy.
Mi nombre... mi
nombre... es Amor. Yo Soy el amor que mueve el universo.
¡Qué hermosura de
rostro! Nunca alguien me miró como Él lo hizo. La inteligencia y amor que
emanaba de su rostro proyectaba paz, era lo más maravilloso e increíble que
jamás había sentido en mi vida.
Fuente: OVNI GRAN ALBORADA HUMANA TOMO I
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