El
Mesías es un Ente que al manifestarse en este Retablo viene iniciado en la
“ORDEN DE LOS SAPIENTES ANCIANOS DE LOS DIAS”, sus prédicas se basan en la
Sabiduría esencial y causal del Universo, viene dispuesto al adoctrinamiento de
los hombres sobre la tierra, para que sepan conquistar en todo momento su
Soberanía y su liberación.
Es
el Misionero Hombre-Verbo-Sabiduría, que habla un lenguaje distinto a los demás
hombres y usa el Verbo del Padre, para avalar sus enseñanzas entre los pueblos.
Es el Artífice de un Mundo Nuevo, de una raza Boreal, de un solo gran pueblo de
Dios lleno de su poder, de su Bondad y de su Pureza.
Es
el Hombre sin misterios, faro encendido en todos los caminos que van marcando
la ruta de la perfección a los extraviados. Cuando da una enseñanza, incluye
siempre una clave y da el principio para fundar una Cátedra de Liberación.
El
habla de un Reino Invisible, los mundos moronciales donde solo impera la Causa
que encadena la Etapa Ascendente de la superación humana.
En
cada amanecer Bendice al Cosmos Armonía, para que reine la Paz en el corazón de
los hombres, en el seno de las familias y en todas las Naciones del orbe.
Abierto sus brazos pide luz para todos los ciegos del Corazón (MENTE) y en eso estriba su verdadera Misión de Amor,
de Paz, de Liberación y de Plenitud de Ser… Su Voz llena el concierto Universal
de Armonía.
“Yo traigo un Gran Mensaje para todos mis
hermanos de la tierra y ello es, que hay un solo Ser que debemos reconocer como
Perfecto y Puro en su Esencia y ese es, “El Hijo del Hombre”. El día que sea levantado ese Sublime Ser
entre los hombres, reinará la Verdad, la paz será un hecho consumado, la Fraternidad celebrará su mayor triunfo y la
alegría cantará su gran aleluya de la plenitud”.
De
Mí quiero que sepan que antes de ser depositado en el cáliz inmaculado de la
Naturaleza Matriz, ya era reconocido como la fragante esencia y el bendito y
santificado en consciencia, en ciencia y en Sapiencia, como representativo de
la Verdad misma.
“yo
Soy quien dice al mundo: “Él mora en todos los hombres”, porque Él está en
vuestros corazones aunque no lo sintáis; porque Él… es El Eterno, el sin Nombre
y el sin Fin. Nosotros en verdad de verdad, sois Templo Divino, más ante Sabios
no hablo en parábolas sino en Verdad y entonces les digo: Yo Soy Él…cuando
hablo bajo su inspiración y mis palabras debéis oír”. Mis palabras llenas de
luz tienen vida eterna y son proféticas, mis labios destilan miel, mis
pensamientos fraternidad y mi Mente es el Universo. La Perfección en Mí,
representa a Dios mi Padre Celestial.
“Yo
Soy Él… Eterno, sin pasado, presente, ni futuro. El que responde cuando le
llaman, el que abre cuando tocan y el que da cuando le piden; porque Yo Soy la
Vía y quien anda por mis caminos jamás
andará en tinieblas, ni en vicios, ni en perdición, porque Yo Soy la luz de los
hombres y la Paz que todos han soñado”.
Yo
Soy quien les dice que: “Ninguno puede llegar al Padre si no es por Mí”. Es por
saber a consciencia que, el Padre Reina a través de mi Mente y en la corriente
de mis Pensamientos reafirmados completamente, con mis Palabras de Verdad.
Revestido
en luz, como el Hijo del Hombre Cósmico Eternal, potestad tengo en los cielos y
en la tierra, para Dar Vida, allí en donde sea requerida. Yo Soy el Redentor de
todos y por todos Yo Soy Redimido.
Yo
Soy quien Soy y esa es la mejor expresión acerca de mi identidad con todos. Allí en el sitio en
donde un HOMBRE se haga manifiesto estaré Yo presente, tratando de guiarle para
que no tropiece con las piedras del camino, allí en donde la Verdad sea
profanada estaré presente defendiendo su integridad, allí en donde sea invocado
como Hermano, estaré presente como Dios en el Hijo del Hombre transformado.
“Yo
Soy la Rectitud en marcha hacia el bien y la plenitud de ser lo Perfecto
ejemplar. Bajo mi reinado, aún la misma Ley carece de fuerza para interrumpir
mi soberanía y la hora se acerca en que Yo Venceré y con mi triunfo todos se harán vencedores, jamás vencidos,
porque así es como nos quiere Él…”.
“Yo
Soy la Verdad. Recto es mi pensar. Quién me sigue será libre, porque Yo Soy la
Vida y quien me acepta aun estando muerto vivirá, porque Yo Soy el Espíritu
mismo en el hombre transfigurado para ser visto, oído y palpado por todos mis
hermanos para que puedan creerme y sean por todos Salvados”.
“El
Hijo del Hombre habla por mis labios a los hombres de la tierra y les dice: Yo
Soy la Imagen del Padre en cuanto a la Sabiduría, la Imagen del Hijo en cuanto
al Amor y la Imagen del Espíritu en cuanto a la Verdad”.
“Yo
Soy Él, quien os dice que vosotros todos habéis cumplido a cabalidad vuestra
misión de Redimir y salvar para que
todos podías vivir en plenitud. Ninguno a la Hora de la donación de sus bienes,
puede querer solo el bienestar de unos cuantos elegidos, sino que ha de
incluirlos a todos sin excepción, porque para mi Padre no existen los privilegiados. O todos son salvados con
vuestra Salvación, o todos perecen si hay uno solo que pueda perderse. Esa es
la Gran Justicia de las compensaciones, escrita en el Cosmos Eternal”.
Ante
mi Padre no puede haber escogidos todos sois sus herederos, su reinado a todos
pertenece por igual. Al llamarles los justifica y glorifica Espiritualmente.
“Yo
Soy quien Soy y es a vosotros a quienes incumbe saber y descubrir en mis
palabras si le sirvo a mi Ser o al Gran Ser, y si la Verdad en mí encontráis la Verdad debo
ser porque todo lo que os digo del Padre he recibido y de Él he tomado para
vuestro bien”.
“Yo
Soy Él, quien en mi Mente su templo tienen y solo Él sabe enseñarme a través de
sus Logos, a conocer lo que se encierra en el Fuego Eterno, lo que significa la
luz como lenguaje del Reino; que si da calor es por ser Vida; que si vibra y
sonido emite ya es música Divina, Color y forma, telar filamento y perfección
de la Obra”.
“Yo
Soy el Hijo del Hombre y vuestros libros serán considerados Divinos, por lo que
puedan expresar acerca de ese mismo hijo del Hombre prometido, que ha de
florecer en todos los hombres a su tiempo indicado, por ser la Perfección, lo
que en Él mismo está comprendido”.
“Yo
soy Él. Ahora mismo ante vosotros vengo revestido de pureza interna y al leer
en vuestros Libros, me he visto compelido a encontrarme con la Ley, no de mi
Padre, por cierto, sino de vuestras leyes, porque mi Padre no necesita de ellas
por ser omnipotente en la forma esencial presente”.
“Me
sorprende encontrar que vosotros juzgáis, condenáis y castigáis, porque si en
verdad sois de Dios, y al Él servís, al juzgar le blasfemáis porque en el reo
está presente mi Padre, y es a Él precisamente a quien castigáis y condenáis y
si es vuestra Ley reparadora, debo solo redimir a los oprimidos por la
inconciencia de los otros acerca de que espíritu sois todos formados y cual es
la Voluntad que debe imperar”.
“No
debéis por lo tanto hacer a Dios como juez ni como verdugo porque su Obra es
Perfecta y perfectas han de ser todas las acciones que a su nombre se realicen
y si habláis debéis hacerlo siempre inspirados en la Suprema Perfección de
Dios, quien viene a significar Nuestro Padre. Si sois justos comprenderéis que
cada hombre es un Misionero de Dios y que si le perseguís y le condenáis con
vuestras leyes siendo puro, os hacéis traidores del Padre”.
“El
deber divino de cada uno es servirle a la Verdad del Padre, porque hay que
recordar la Sacra Misión que tenéis encomendada y que si actuáis lo hacéis o
bajo Él Espíritu de Dios o a consciencia de vuestro libre albedrío, pero
entonces ya estaréis definidos a recoger lo que cada quien haya sembrado por su
propia voluntad”.
“Ahora
que vosotros oís mis palabras y estáis atentos a mi Siembra de Amor puedo
deciros que: Yo Soy la Puerta de todas
las conquistas, incluyendo aún el mismo Reino de mi Padre”.
“El
maná os dio alimento y fue vuestro Pan del Cielo, pero ese pan no sacio más que
un momento el hambre que sufristeis, más el Pan que Yo os doy es Pan de Vida
Eterna. Es el Pan Espiritual que de mi Padre viene. Yo Soy la Vid verdadera que da el fruto sazonado porque mi Padre es el labrador de mi sembrado
y el que come de mi pan aún estando muerto vivirá, porque Yo Soy la Plenitud en marcha hacia la Eternidad”.
“Vuestro
libros mencionan mi presencia como el Hijo del Hombre y vuestros Profetas
conocen mi nombre secreto. Ellos saben que Yo Soy la Verdad, que la Perfección
ha tomado forma semejante al hombre y que ese hombre es ¡lo que debe ser: Un
Donante de la Salvación”.
“Yo
Soy Él… quien sostiene, por saberlo a conciencia que el Gran Ser no puede
presentar defectos bajo ninguna manifestación aceptable y que su Bondad y su
Misericordia pertenece a todas las cosas que engalanan el Universo y su
presencia denota lo Bueno, Perfecto y Bello”.
“Yo
sé que no verá mi cuerpo corrupción porque no hay corrupción en Mí, porque mis
pensamientos son puestos en Santidad antes de volverlos imagen o idea. Cuido
que mis actos no le cerquen errores, que mis hechos estén limpios y que mis
obras sean perfectas, por ello voy en paz”.
¿Hay
justicia de mi parte si temo la rebelión de Dios por mi conducta? Es así como
todos debéis proceder si queréis vivir en Paz con Dios y con los Hombres”.
Todo
aquello que mi Padre me ha donado, eso mismo les doy de mi sembrado.
EL HIJO DEL HOMBRE CÓSMICO
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