la ONU dice que la iglesia es enemiga de los Derechos Humanos y añade que ella
se convertirá en la religión mundial, con lo cual pretende imponer leyes
humanitarias no espirituales, para que el mundo no esté sujeto a la doctrina
cristiana y de esta forma, imponer sus leyes; la ONU sostiene que sus principios
de declaraciones sirven como religión mundial, con lo cual, tomarán el control total
sobre la humanidad.
El proyecto de la ONU fue redactado en el año 2000 y se comenzó a aplicar
parcial y gradualmente en el 2006, su aplicación tendrá lugar a partir del 2020.
Este proyecto dice que es necesario y obligatorio acorralar a los cristianos con el
fin de dividirlos y de esta forma acabar con sus creencias y su fe; es necesario que
no puedan seguir ganando más adeptos para su doctrina, “hay que quitarle todo el
poder a la iglesia”.
Según la ONU o futura religión mundial los cristianos cometen un crimen contra la
igualdad de género prohibiendo sus Derechos Humanos, quieren adoctrinar a los
grupos LGTBI con el fin de que renuncien a sus derechos, lo que constituye una
discriminación a su preferencia sexual, además los cristianos no permiten el
aborto, ni el divorcio, no aceptan la poligamia, porque todo esto va en contra de
sus preceptos y dogmas.
La ONU será la verdadera religión que le permitirá a los ciudadanos del mundo ser
felices de la manera que ellos quieran vivir, bajo un nuevo orden mundial, bajo una
nueva religión humanista. La nueva religión “onuista”, declara que hay que
cerrarles el paso a los cristianos y dispersar sus ovejas para que dejen de ser un
grupo de poder y convocatoria. “los cristianos son un obstáculo y una oposición a
la excelente labor de la ONU y ha llegado la hora de quitarle su poder, para formar
una religión con derechos humanitarios, constitucionales y morales, pero no
espirituales. Los cristianos defienden principios tradicionales, basados en la Biblia,
lo cual no encaja en un gobierno globalista sionista en una nueva humanidad”.
La ONU aplica la ideología de la serpiente, dividir para reinar, lo cual quedó claro
con la gran cantidad de nuevos grupos religiosos quienes apoyan
incondicionalmente la doctrina de la nueva religión mundial; los principales líderes
religiosos del mundo, aceptan sus decretos y los imponen a sus subordinados. El
objetivo es borrar la conciencia religiosa del cristianismo con una nueva ideología
para trabajar con plena libertad sobre los derechos humanos no espirituales, para
formar una nueva religión humanista como lo propone el líder de los católicos El
Papa Francisco. La ONU quiere implantar una ley que impida invocar la libertad
religiosa con la cual, a su vez, prohíben hablar en contra de la igualdad de género,
el adulterio, el aborto y la libertad de los Derechos Humanos; si las religiones no la
aceptan se aplicarían leyes constitucionales de sometimiento; con esta nueva ley
nada estará sujeto a leyes espirituales o religiosas, solo a leyes humanitarias.
Al aplicar su nefasto plan la ONU está neutralizando el poder cristiano, está
dividiendo sus conceptos y lo están callando, anestesiando, silenciando, lo que les
da la oportunidad de atrapar a los más vulnerables y los que están comprometidos
con el nuevo orden mundial. Los que comulgan con el proyecto mundial 666. “La
iglesia se ha negado a la implementación de nuestra ley y al establecimiento de
nuestros derechos, pero actuando bajo el poder de la nueva ley, ellos quedan
inoperantes, sus fuerzas serán diezmadas y tendrán que someterse mientras el
Papa Francisco lidera ese camino”.
Según la ONU, los cristianos le han negado sistemáticamente los derechos
fundamentales a la comunidad LGTBI por su poder discriminatorio con lo que han
mantenido a sus líderes siempre en un segundo plano; hoy en día han elaborado
una nueva teología feminista y liberal lo que les permite una interpretación propia
de la Biblia y no quedan sometidos a ninguna ley espiritual.
La ONU reitera que la iglesia cristiana, la católica y todas las religiones del mundo
son sus enemigas y que la única opción que les queda es someterse al proyecto
2020, pues estarán atadas bajo la nueva ley. Con este proyecto se implementará
el aborto y se neutralizará el crecimiento global de la humanidad, a través de la
homosexualidad y el lesbianismo; se vacunarán los niños y adolescentes para que
nazca solo el 10% de las criaturas. Declararemos que la iglesia es un duro desafío
que venceremos, porque ya le hemos dado un duro golpe a su ignorancia al
establecer al Papa Francisco en el puesto más importante del mundo; les
quitaremos sus derechos y menguaremos su fe en un 60%. Las religiones estarán
subordinadas a nuestras leyes o dejarán de existir. No pactaremos con ellas, solo
las someteremos al nuevo sistema, “nuestra meta es preparar mil millones de
lesbianas y mil quinientos millones de homosexuales para impedir el nacimiento
de cinco mil millones de niños; llevaremos a la muerte a quinientos millones de
personas por medio de virus, epidemias, pandemias y otras manipulaciones”.
Este es un desafío global que lograremos con el apoyo de nuestra madre iglesia,
la cual juega diferentes roles a nuestro favor; ahora nos preparamos para recibir a
nuestro gran líder para globalizar al mundo y controlar el sistema. Para los
“onuistas” lo único razonable para la iglesia católica y cristiana es aceptar los
acuerdos y unirse a la nueva religión renunciando a sus creencias.
La ONU reitera que iglesia que siga adoctrinando bajo sus criterios y creencias
está en contra de los derechos de la nueva ideología, por lo que será intervenida y
no podrá trabajar; se prohíben prácticas y costumbres religiosas, porque son
consideradas discriminatorias. Estableceremos libertad e igualdad de condiciones
para aquellos que sean parte de nuestro sistema globalista; los que estén de
nuestro lado recibirán de nuestras leyes, los demás serán nuestros enemigos: la
iglesias cristiana, ortodoxa, católica, judaica e islámica.
Toda iglesia que se manifiesta en contra del aborto y de los grupos LGTBI, será
intervenida y clausurada y sólo podrá abrir con un permiso especial de la ONU. La
liberación femenina permitirá el divorcio y será libre en sus derechos. El derecho
religioso será constitucional y el Estado podrá intervenir cuando entienda que se
están violando los derechos humanistas. Las iglesias tendrán restringidos sus
derechos, cuando se violen los derechos políticos internacionales; el fin de todo
esto es salvaguardar la salud mental y moral de los individuos, por lo que ninguna
iglesia podrá imponer sus principios religiosos, no podrá proclamar la intimidad
espiritual, ni enseñar moral religiosa en la sexualidad, y en caso de hacerlo,
estarán sujetas a juicio por violentar las leyes impuestas. Se aceptará y respetará
la unión marital de parejas del mismo sexo. Toda acción en contra de estos
principios será calificada como terrorismo. Esto es un gran paso para la imposición
totalitaria de una visión jesuita bajo un orden ecuménico, con el fin de liberar a la
humanidad de las religiones del mundo, quitándoles todos sus derechos.
La ONU termina diciendo que es hora de acabar con la iglesia para que entienda
que su labor no es grata para el nuevo sistema que implantará; se aplicará todo el
peso de la ley humanista en contra de los principios religiosos, los cuales serán
aniquilados. “Llegó el tiempo de controlar a la humanidad y nuestra religión
humanista traerá la solución”.
Todo lo anterior es un informe pasado
y encriptado que fue interceptado a los directores de la ONU cuando lo
difundían a diferentes personas puntuales para poder implementar este programa.
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